Todo ser humano que ha nacido en la tierra, primero fue engendrado como espíritu en los cielos, por padres celestiales, nació de ellos y se crio hasta la madurez en las mansiones eternas de un Padre Celestial amoroso y comprensivo, lleno de todo poder, misericordia y amor por sus hijos. Este es nuestro primer estado, en donde recibimos nuestras primeras lecciones de conocimiento, talentos y dones especiales.
Es aceptable que al encontrarnos en los pasillos del mercado o paseando por los jardines del parque, entre unos y otros nos saludemos como hermanos, porque somos hermanos espirituales, si provenimos de un mismo Padre Celestial.Todo aquel que ha tenido el privilegio de llegar a conocer y ser parte de la Iglesia del Señor sobre la tierra, que ha sido ordenado en el santo sacerdocio y que ha recibido asignaciones de responsabilidad sobre aquellos que Dios a enviado a la tierra, han sido preparados, escogidos y apartados para este fin, desde antes de la fundación del mundo.
Desde nuestro nacimiento espiritual, fuimos creados como hijos e hijas de Dios, y como hombres y mujeres, recibimos responsabilidades propias de nuestro género. Y no esta dentro de la doctrina de Dios, que cada uno de nosotros tengamos la facultad de cambiar esos designios. Cuando lo hacemos, estamos actuando en contra de su voluntad y le deseccionamos a Él, cuando decidimos tomar caminos desconocidos y aún más, caminos prohibidos para la raza humana.
Cada uno de nosotros recibió asignaciones diferentes, el Padre Celestial nos conoce como seres individuales, es por eso que el conoce nuestro potencial de llegar a realizar cosas extraordinarias, aunque nosotros hayamos perdido ese conocimiento al cruzar por el velo y no nos sintamos capaces cuando recibimos un llamamiento en su Iglesia, debemos seguir adelante, confiados en el poder y en la sabiduría de Dios.
Te haz dado cuenta, que cuando nacemos en este mundo, perdemos el conocimiento recibido en nuestra vida preterrenal, pero no perdemos los talentos y los dones espirituales, ellos vienen y continúan con nosotros, es por eso que, con el pasar del tiempo, vamos descubriendo que tenemos habilidades especiales para algunas cosas y para otras no, una vez descubramos esas características tan nuestras, el Señor espera que las sigamos desarrollando durante el tiempo que dure nuestra vida aquí en la tierra.
Aunque en nuestra vida preterrenal hayamos recibido nuestras primeras lecciones, nuestra educación y nuestro progreso eterno, deben continuar en este nuestro segundo estado, y aprovechar todas las oportunidades que nos ofrece la vida. Así que, como vez, nuestro Padre Celestial ha creado un Plan de Salvación para nosotros sus hijos, en el que constantemente estamos aprendiendo y debemos ser responsables en adquirir esa preparación, porque en esa medida, le llevaremos la ventaja a otros, cuando tengamos que entrar en nuestra exaltación divina.
Pero en este proceso no estamos solos, Dios a preparado la ayuda idónea para que no nos perdamos en el camino, ha restaurado su Iglesia en los Últimos Días, ha sacado a la luz su Evangelio Eterno que son las leyes que rigen el cielo y la tierra, ha restaurado su Santo Sacerdocio para que todo se haga con poder y autoridad, ha llamado Apóstoles y Profetas para que nos guíen en estos tiempos difíciles y ha cumplido su antigua promesa de que al subir a los cielos después de su resurrección, enviaría ha un espíritu especial, un ser lleno de Luz y conocimiento, un maestro de la doctrina, que da testimonio del Padre y del Hijo, desde el interior de nuestras propias conciencias, el cual es El Espíritu Santo.
Y se de estas cosas y las comparto con todos ustedes, en el nombre de nuestro hermano mayor, el salvador del mundo, si, Jesucristo, a quien Dios a enviado por amor a nosotros, sus hijos, Amen.
Hno. Castillo